A continuación podéis leer leyendas y mitos creados por mis alumnos de 1º de ESO durante este curso 2012-13.
LA
HISTORIA DE COLÓN EN BUSCA DE AMÉRICA. (Mª Elena García)
Un
día del 3 de agosto de 1492 zarparon las naves de Colón. Sí así
es, nuestro protagonista es Cristóbal Colón. Zarparon y justo a
unos 100.000 kilómetros empezó a haber un poco de niebla, se
escucharon unos cantos y estaban rodeados de rocas y la niebla empezó
a espesarse más aún y entraron en un cementerio de barcos.
Todos
se acercaron a ver lo que había a su alrededor. De repente empezaron
a moverse las aguas y se veía a gente en balsas. Un marinero vio a
su padre y dijo tartamudeando:
- Pero si mi padre esta mu… mu… muerto.
Todos
empezaron a gritar y aquel marinero se tiró al agua por su padre y
cuando cayó fue desintegrado, Cristóbal vio a su padre y lo quiso
subir a bordo. Todos se lo impidieron. Rápidamente intentaron salir
de ese cementerio de barcos y se alejaron, pero la niebla no cesaba y
se escuchaban cada vez más los cantos de lo que fuese esa cosa y
cuando llegaron había sirenas en el agua intentando hipnotizar a
los marineros y sí lo consiguieron y yo tuve que actuar rápidamente.
Con ayuda de Grumete, mi perro, cogimos cuerdas fuertes, atamos a
todos los marineros al mástil del barco y cogí el timón del barco
y ¡no! Se me escapó. Un marinero se acercó hipnotizado a ver a la
sirena y la sirena le chupó el alma.
Conseguimos
escapar de las sirenas gracias a Grumete y a mí, con todo el barco
hecho una… porquería, pero salimos. Empezó a levantarse la niebla
y a irse el hipnotismo.
Más
tarde de que el capitán me inflara a preguntas de lo que le había
pasado a su barco y por qué las demás flotas no estaban… se fue
la niebla, pero vuelta a haber problemas: vimos en los cielos nubosos
unas especies de aves que no eran aves, que eran GRIFOS, seres que
tenían una mitad águila y mitad león.
Había
por lo menos tres de ellos. Dos de ellos se dirigieron hacia
nosotros; uno de ellos se llevo dos grumetes y el otro se llevo tres
y se comió uno y se fueron, pero el tercero seguía ahí, a una gran
distancia. Seguimos hacia adelante y a lo lejos encontramos una isla.
La isla se veía muy bonita, toda verde.
Por
fin llegamos, tenía ganas de tocar tierra firme y el primero que se
bajó fue Jack. Luego nos dividimos por cuatro grupos de cinco
personas: unos se quedaron en el barco, otros fueron a buscar comida
y agua; otros reparar los daños del barco y nosotros a inspeccionar
la zona, dado que nadie quería hacerlo. Éramos seis contando a
Grumete, Jack, Cristóbal, Young, Gong y a mí. Ah, por cierto, me
llamo Aracne. Bueno, cuando nos bajamos del barco todos, menos los
grupos que se quedaron, de repente salió un calamar gigante y cogió
y se comió a los diez marineros.
Dadas
las circunstancias, los dos grupos se unieron: ahora éramos once
contando a Grumete. Decidimos adentrarnos en la isla. De repente se
escucharon unos pasos y de unos arbustos salió una pequeña
serpiente de un metro y medio, se podría decir que dos metros y
empezó a salir humo y más humo y cuando el humo desapareció salió
una “Tía en pelota picada” y ella no abrió los ojos y dijo: “No
miradme a los ojos y los cinco marineros del grupo dos le miraron a
los ojos y se convirtieron en piedra. ¿adivináis quien era…? Sí,
era Medusa. Grumete, Jack, Cristóbal, Young, Gong y yo salimos
disparados, llegamos a un prado muy hermoso con un lago y todo y allí
había… Animales de todo tipo.
Salimos
por patas al ver a este animal.
hhhh
Llegamos
a un acantilado y había un manantial, bajamos a beber agua, yo
estaba seca. Grumete se metió debajo de la cascada y la traspasó,
fui a buscarle y llamé a los demás para que viniesen a ver lo que
había.
Seguimos
hacia adelante y se veía luz al fondo. Cuando salimos de la cueva
era la costa y había un barco abandonado, nos subimos y nos fuimos.
¡Rumbo
a donde sea que sea normal! Cuando llegó la noche en el barco se
escuchaban lloros y lamentos de alguien. Yo estaba cagada y fui al
camarote del capitán, donde yo vi un espíritu de una mujer
clavándose un puñal. Yo metí un chillido y dormí junto a Jack y
al capitán en mi camarote, de momento duermo yo allí con esa mujer
rondando por los camarotes de la gente. Young y Gong estaban vigilando
el barco…
Pronto
amaneció y Young y Gong no estaban por ningún lado pero olía mucha
peste por la parte del timón. El jefe fue a conducir la nave y se
encontró a los dos que faltaban muertos… de miedo decía Gong, que
había visto su futuro y que moriría pronto…
Se
quedó de guardia y ¡zas!, alguien lo había mata-mata…matado. A
la noche siguiente fuimos a la bodega todos para descubrir de una vez
quién era o qué era…
Jack
llevaba una vela y se apagó. De las sombras apareció un espíritu
que se abalanzó sobre Young y le absorbió el alma. Salió tras
nosotros y nos persiguió por todo el barco hasta que salió el sol.
Una vez que salió el sol desapareció.
Por
fin llegamos a la supuesta Isla, que ahora es un continente llamado
América.
FIN
LA LLORONA
(Simón A. González Vargas)
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LA LLORONA
(Simón A. González Vargas)
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Esta leyenda cuenta de
una mujer que tenía tres hijos. Ellos vivían en un pueblo
tranquilo. El marido, que era un alcohólico, los abandonó y se
marchó sin dejar ni una pista dejando a la mujer más tranquila, ya
que estaban mejor sin él.
Un día el marido se pasó
por la casa en la noche. La mujer escondió a sus hijos. Este,
mientras tanto, reventó la puerta y pasó a la casa donde estaba la
mujer, que se encaró con él. Al ver que la mujer se le alzó, él
le pegó dejándola inconsciente en el suelo.
Cuando se despertó se
dio cuenta de que sus hijos no estaban y pasaron los días y no
encontraron restos de los niños ni del marido. Tras años y años
ella seguía llorando por sus hijos, hasta que se murió. Su espíritu
solitario seguía vagando por el pueblo, obligando a las demás
madres a esconder a sus hijos para que “la llorona” no
satisficiera el vacío que le dejaron sus hijos con los hijos de los
demás.
LA
NOCHE DEL FANTASMA
(Abel Ortiz)
Evaristo dijo:
-¿Es que te da miedo o es que no crees?, -a lo que Raúl contestó:
-Yo no creo en esas chorradas.
Bueno, pues cuando terminemos este tema lo hacemos, -dijo Evaristo.
Raúl con un tono de miedo aceptó. Al terminar la tarea Evaristo sacó de su mochila un tablero y pidió a Raúl que trajera un vaso de agua, encendieron una vela y tras un suspiro Raúl preguntó:
-¿Espíritu, estás ahí?
El vaso se desplazó hasta la casilla de “sí”.
Raúl se asustó y salió de la habitación para sorpresa de su amigo, que vio cómo se iba. Él se tropezó con una alfombra y chocó contra un espejo. Parecía su suerte cuando vio que no había sufrido ninguna herida, pero entonces ocurrió, cayéndole todo el cristal encima, provocándole muchos cortes. Su cara quedó blanca como la nieve surcada por hilos de sangre.
Su amigo avisó a su familia y esta a un médico, cuando ya era demasiado tarde.
-Todo acabó ¿...?
¿ Ya descansa en paz ?
-Pues
no.
Desde aquel día , a veces nos aparece su rostro en el espejo de
los aseos del instituto, -dijo Evaristo …-->
Leyenda
de San Roque (Santo)
Manuel Heredia
La
leyenda de San Roque nos habla de un ermitaño de origen francés que
fue enfermo de la peste. Se recuperó de la enfermedad en un bosque
gracias a un perro que le traía alimentos. Ese perro se convirtió
en su mejor amigo. La fama de San Roque se extendió durante toda la
Edad Media como intercesor en casos de peste.
La
tradición española lo quiere peregrino a Santiago y presenta al
perro sin rabo e incluso se dice que un modo de identificar a los
judíos conversos era haciéndoles repetir el trabalenguas (“El
perro de San Roque no tiene rabo porque Ramón Ramírez se lo ha
cortado.”). Otra tradición completa que Ramón Ramírez arrojó al
mar del Finisterre el rabo cortado, que por los poderes del santo se
transformó en pez. Se dice que ese pez sigue vivo en las aguas
atlánticas, y que si es identificado por un cristiano nacido el 16
de agosto mientras pronuncia el trabalenguas, el rabo recuperará su
primitiva naturaleza y volverá a unirse con el perro.
Lo
que pasó en la marisma
Nadia Rubio
Había
una vez en un pueblo, un día, un hijo de la familia más importante
de la población, que tenía unos amigos que eran muy malos. Ellos lo
llamaron para irse a jugar a las marismas. Le dijeron que jugaran a
la gallinita ciega. Le taparon los ojos y se fueron corriendo. La
marea subió de golpe y él murió ahogado.
En ese poblado siempre había un dios de la tribu. Él bajó del
cielo. Nadie sabía que había un dios de aquel pueblo. Él le dio el
poder de la venganza a aquel pobre niño. Él fue de casa en casa
con todo su odio y mató a todos. Él tenía una sonrisa muy mala.
Cuando las madres vieron que era el hijo del jefe del poblado, fueron
todas corriendo a lincharlo. El hijo se dio cuenta de que iban a
matar al padre y él, casi a la velocidad de la luz, fue corriendo a
la casa suya. Mató a todos los que estaban allí. El dios vio que él
no paraba de matar y fue corriendo y le dio la vida a todos los del
pueblo, pero hubo un fallo: que el niño del jefe no lo revivió.
Él, enojado, fue corriendo para matarlo, pero el dios de un
chasquido lo mandó al infierno. Allí él vio a personas que eran
peores que él y allí lo maltrataron. Le dijo el dios que él
estaría allí cuatro meses hasta que no se comportara como un ser
civilizado. Él empezó a comportarse sin tener ninguna pelea. El
dios, orgulloso, lo vio y revivió. Lo malo es que en el infierno
cuatro meses son veinte años. Los padres murieron y él era el único
que quedaba de su tribu. Unos ingleses que se querían apoderar de su
tribu se apoderaron y llegó el fin a toda su tribu.
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Leyenda:
(Triana
Guadix Jiménez, 1ºA)
Hace
mucho tiempo en el pueblo de San Roque, en el puente Madre Vieja, un
hombre iba paseando con su mujer y unos vándalos le atracaron por
motivos que desconocían.
Tomás,
como se llama el hombre, dijo- ¡Qué queréis!, ¿Dinero? - se saca
la cartera, coge todo el dinero que tenía dentro y dijo:- ¡Tomad,
tomad!.. - dijo con voz de nerviosismo y se lo da y empiezan a dar
pistoletazos... Uno de esos disparos le alcanzó a Carla, la mujer de
Tomás...
Mataron
a su mujer. Su marido en el solemne llanto cogió el teléfono y
llamó a la ambulancia y a la policía, pero era tarde, su mujer
había muerto. El hombre, con nerviosismo, empezó a llorar y
gritó... -¡¡VENGARÉ LA MUERTE DE MI MUJER Carlaaaaaaaaaa!!- se
derrumbó y se cayó al suelo tras llanto y llanto. No se consolaba.
Pero...
algo raro pasaba ...
Él
siempre paseaba por allí, sonriendo y hablando con alguien
desconocido, y quien pasa por allí oye una voz dulce diciendo
-Salva tu vida... Piensa en tu familia, ten cuidado con los vándalos,
me hicieron daño... que no te lo hagan a ti...
fffffffiiiiiinnnnnnnn!
Leyenda:
Sergio
Gabino
En
el centro histórico sucedió una historia de amor,de una pareja que
se quiso mucho, pero la joven era de clase alta y el joven era pobre.
Se veían a escondidas y la sociedad no lo permitía. Cuando la joven
se quedó embarazada el joven nunca lo supo. Cuando los papás se
enteraron, encerraron a la joven en una casa de monjas, que se
llamaba “la casa de la recogida”, mientras sus papas le decían a
la sociedad que había salido de viaje.
Cuando
la joven tuvo a su hijo, después de un año ella salió, pero no se
pudo llevar al niño porque sus papás no querían que nadie supiera,
y al niño lo adoptaron las monjas, pero la joven siempre iba a
visitarlo y le decía que ella era su mamá. El niño se fue
encariñando con ella y lo iba a visitar todos los días. Un día el
niño se puso muy enfermo y falleció.
Cuenta
la leyenda que las personas que visitan ese lugar ven a un niño que
espera a su mamá. Una joven cuenta que se había hospedado en ese
lugar y se le apareció el niño. Al querer la joven acercarse a
preguntarle su nombre, el niño desapareció.